Aquellas fuerzas oscuras que operaron tras las decisiones de EE.UU. para ocupar Irak, son las mismas que se ocultan tras esta GUERRA que la astutamente llamada “fuerzas aliadas” van a destruir Libia.
No es una Revolución… es un alzamiento y el resultante de esta ecuación será a buen seguro, desfavorable para la población civil Libia.
Los humanos somos carnaza y nos sacrifican sin pudor para alimentar las páginas de esa agenda oculta que cumple milimétricamente aquellos poderes que en la sombra dominan el mundo.