martes, 8 de noviembre de 2011

EUROPA. UN BANCO CENTRAL. UNA RELIGIÓN CENTRAL. UNA MONÉDA CENTRAL... UN GOBIERNO CENTRAL: EL ANTICRISTO

Cuando parece que la crisis de la Eurozona ya no puede ir a peor, ocurre algo que agrava la situación. Por si fuera poco, en muchos casos la toma de decisiones de los líderes europeos va por detrás de los acontecimientos.

El problema es que, en la lucha por la supervivencia del euro, todo acuerdo debe contar con el visto bueno de las dos grandes potencias europeas, Alemania y Francia. Pero ya va siendo hora de que sus líderes, Merkel y Sarkozy, se pongan serios, apunta el economista estadounidense Barry Eichengreen, profesor de la Universidad de California, Berkeley.

En su opinión, si quieren lograr que el euro sobreviva, "tendrán que reparar el daño causado por sus comentarios imprudentes y reconocer que la única entidad con capacidad para estabilizar la situación es el Banco Central Europeo (BCE)". ¿De qué manera deben hacerlo? Otorgando a la institución "la cobertura política que necesita para hacer lo que debe hacerse para preservar el sistema".

Y es que para Eichengreen, "si Merkel y Sarkozy quieren que el euro sea una moneda normal, la Eurozona necesita un banco central normal". Uno "que no se limite a garantizar la estabilidad de precios como un autómata sino también que entienda su responsabilidad como prestamista de último recurso".

Para el profesor de la Universidad de California, el organismo debe hacer mucho más para apoyar el crecimiento económico. Ante el cariz que ha tomado la crisis de deuda y la ralentización del crecimiento en la Eurozona, que se encamina hacia una nueva recesión, el peligro del aumento de inflación es nulo. Así pues, ¿no debería relegar a un segundo plano su mandato de garantizar la estabilidad de precios y luchar por afianzar el crecimiento?.

Para Eichengreen, la decisión del organismo de la semana pasada de recortar en un cuarto de punto los tipos de interés, hasta el 1,25%, "ha sido el único rayo de luz en un cielo totalmente oscuro. Pero 25 puntos básicos es sólo una gota en el mar".
Más compras de bonos

En contra de la opinión alemana, el economista piensa que el BCE debería aumentar sus compras de bonos soberanos, especialmente de Italia, hoy en el ojo del huracán.

En cualquier caso, Eichengreen recuerda que el pasado jueves, el nuevo presidente del organismo, Mario Draghi, apuntó que el programa de compras de bonos es "temporal y está limitado en cantidad", sin hacer más especificaciones. Para el italiano, tranqulizar a los mercados mediante la adopción de reformas estructuales debe ser responsabilidad de los gobiernos, no del BCE.

Claro que no se pueden realizar reformas estructurales de la noche a la mañana, apunta Eichegreen. Italia necesita tiempo para aplicar las medidas encaminadas al crecimiento. El país, ahora bajo la atenta mirada del Fondo Monetario Internacional (FMI), debe seguir adelante con sus reformas con el fin de tranquilizar al mercado y "hacerle ver que las compras de deuda italiana no es prestar dinero a fondo perdido".