martes, 14 de junio de 2011

Primer Ministro del Líbano: El nuevo gobierno liberará la tierra ocupada por el enemigo israelí


El primer ministro del Líbano, Najib Mikati (foto), anunció la conformación de un nuevo gobierno controlado por los aliados de Hezbollah, la organización terrorista chiíta libanesa apoyada por la República Islámica de Irán. La asunción de la nueva administración libanesa, tras cinco meses de postergaciones, encenderá probablemente la alarma entre las potencias occidentales.
Mikati fue elegido por Hezbollah para establecer un nuevo gobierno, luego que el grupo chiíta y sus aliados derrocaran, en enero, a la coalición del primer ministro saliente Saad Hariri, apoyado por Occidente. Hariri se había negado a rechazar al tribunal especial de las Naciones Unidas que investiga el asesinato de su padre, el ex primer ministro Rafik Hariri.
"Trabajaremos inmediatamente de acuerdo a los principios y las bases en los que nos hemos comprometidos, es decir… defender la soberanía del Líbano, su independencia y liberar la tierra que permanece bajo la ocupación del enemigo israelí", declaró Mikati desde el palacio presidencial.
Las luchas políticas internas impidieron que durante meses se llegara a un acuerdo para distribuir los puestos claves del Gabinete.


El ministerio de Economía fue puesto en manos del ex titular de esa cartera,
Mohamed Safadi, quien tratará de mejorar el crecimiento del 2.5 por ciento anual, que fuera reducido por el estancamiento político y la incertidumbre.
Fayez Ghusn fue elegido ministro de Defensa y Marwan Charbel recibió el Ministerio del Interior. El Ministerio de Telecomunicaciones fue entregado a Nicolas Sehnawi, un cargo no exento de polémicas debido a desacuerdos con respecto a la privatización del sector.
Hariri, apoyado por Arabia Saudita y por Occidente, rechazó unirse al gobierno de Mikati, un político sunita independiente, sin base de poder propio, a quien Hezbollah pretende usar como pantalla para imponer sus metas.
El principal objetivo del nuevo gobierno libanés será el de confrontar al Tribunal Internacional para el Líbano, del que se espera que implique a miembros de la plana mayor de Hezbollah, en el asesinato de Hariri, en 2005.
El presidente de Siria, Hafez Asad, actualmente un cadáver político que se mantiene en el poder en Damasco gracias las balas de sus ametralladoras, los proyectiles de sus tanques y el apoyo de Irán, telefoneó a Mikati para felicitarlo. Asad es un aliado cercano de Hezbollah, el principal actor de la coalición política libanesa que catapultó a Mikati al poder en enero.

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