domingo, 30 de enero de 2011

La caída de Mubarak sería un sueño hecho realidad para Hamas

Gaza/Tel Aviv. - El grupo islamista radical palestino Hamas calla oficialmente sobre los disturbios en Egipto. Pero una caída del presidente egipcio, Hosni Mubarak, y un potencial aumento de poder de los Hermanos Musulmanes en el país vecino le vendrían bien. Sin embargo, los habitantes de la Franja comienzan a sufrir el corte del tráfico de productos de contrabando desde Egipto.

Los habitanes de la Franja de Gaza siguen con la boca abierta frente a los sucesos en el poderoso vecino egipcio. En un café en la ciudad de Gaza, un grupo de jóvenes palestinos se muestra preocupado por su futuro. "Dependemos en tantos aspectos de nuestra vida de Egipto y Egipto sigue siendo nuestra puerta al mundo exterior", contaba hoy uno de ellos, Mohammed al Shawa. Y ahora, Egipto ha cerrado esa puerta, el paso fronterizo de Rafah, en vista de la inseguridad en el país.


Hamas, que controla la Franja de Gaza, se mantiene oficialmente reservado, al igual que Israel, a la hora de hacer comentarios sobre los sucesos en Egipto. No quiere inmiscuirse en los asuntos internos del país de los faraones, se dice en Gaza. Pero en el fondo a muchos funcionarios de la organización islamista radical les gustaría ver una caída del impopular presidente Hosni Mubarak.

Ahora todo es incierto en Egipto; pero si la revuelta acaba en un ascenso de los Hermanos Musulmanes, muy populares, pero mantenidos bajo control hasta ahora por Mubarak, Hamas vería cumplido un sueño.

Hamas nació de la organización de los Hermanos Musulmanes durante la primera Intifada palestina hace casi 25 años y hasta hoy mantiene una estrecha relación con su "hermano mayor". Al contrario, Mubarak es visto sobre todo como aliado del archienemigo Israel, y no le perdona que apoyara a Israel en el bloqueo a la Franja de Gaza.

"Esperamos solamente que vuelva la calma y la estabilidad a Egipto y que el pueblo egipcio pueda elegir libre y democráticamente a sus representantes", dijo hoy el líder de Hamas, Salah Al-Bardawil.

Y es que precisamente fue en unas elecciones libres y democráticas en los territorios palestinos en las que Hamas resultó elegida sorprendentemente hace cinco años.

Sin embargo, los disturbios en Egipto podrían convertise para Hamas en una espada de doble filo: si se extienden a la Franja de Gaza, podrían volverse contra el estricto régimen islámico que ha muchos ha decepcionado profundamente.

Hasta ahora, los acontecimientos en el país vecino tuvieron también repercusiones negativas para la vida cotidiana en Gaza, al cortarse desde el viernes prácticamente en su totalidad el flujo de bienes de contrabando procedentes de Egipto.

"Me preocupa mucho la gasolina, tenemos miedo de que se corten totalmente los suministros de Egipto", decía Al Shawa en el café. En muchas gasolineras en la Franja de Gaza se formaron hoy largas colas porque los ciudadanos querían comprar gasolina aún a bajo precio. La gasolina de Israel es casi seis veces más cara que la egipcia.

El Ministerio del Interior de Hamas se esforzaba hoy en tranquilizar a la población asegurando que había suficientes alimentos y gasolina en la franja costera y no había motivo para el pánico, según un comunicado.

En muchos habitantes de Gaza puede sentirse una gran simpatía hacia los manifestantes egipcios. Cada pueblo tiene derecho a elegir libremente a sus líderes y a aspirar a una vida mejor, dice otro joven, Abu Sido, que espera un posible efecto dominó en todo Cercano Oriente. "Si el régimen en Egipto colapsa, creo que le seguirán todos los regímenes árabes".